AGOSTO 22 DE 2025
Uruguay Sub200: diez consejos y piques para seguir la aventura submarina del barco del Schmidt Ocean Institute y su robot SuBastian
Del 22 de agosto al 19 de
setiembre personal del Museo Nacional de Historia Natural, la Facultad de
Ciencias, el CURE y el IIBCE explorará el fondo de nuestro océano a bordo de un
barco extranjero lleno de tecnología; como la llegada a la Luna, este viaje a
lo nunca antes visto podrá seguirse en vivo.
1) ¿Qué es Uruguay Sub200?
Uruguay Sub200 es el nombre de un
programa que realizará una “exploración moderna del margen continental
uruguayo”, es decir, de la zona donde termina la plataforma continental y
comienza la corteza oceánica de lo que se entiende como el mar profundo, incluyendo
el talud que lleva de una a otra. La expedición recorrerá unos 50 puntos de
interés para la investigación de quienes se dedican a la biología y ecología
marina, oceanógrafos y quienes estudian la física de los oceános, geólogos y
arqueólogos submarinos.
Área de exploración del Programa Uruguay Sub200.
El proyecto presentado por
investigadoras e investigadores de distintas instituciones de investigación del
país, con un importante rol de la Facultad de Ciencias y el Centro
Universitario Regional Este (CURE) de la Universidad de la República (Udelar),
que llevó por nombre Viaje a lo desconocido: descubriendo los ecosistemas
marinos vulnerables del margen continental y planicie abisal de Uruguay, fue uno
de los seleccionados por el Ocean Schmidt Institute para llevarse a cabo en su
buque Falkor (too) en su campaña de operaciones de 2025 en esta región de
Sudamérica. “No es apenas un viaje científico, es también un viaje cultural,
nacional y humano, y de alguna forma es un viaje de todos nosotros”, comentó
Leticia Burone, una de las coordinadoras e impulsoras del proyecto desde el
Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias.
2) ¿Qué investigadores e investigadoras de Uruguay participan en el
proyecto?
El equipo científico es liderado
por Alvar Carranza, del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del CURE,
Sede Maldonado, de la Udelar, así como por la ya mencionada Burone.
A ellos se suman Fabricio
Scarabino (experto en invertebrados del CURE), Claudia Piccini (microbióloga
del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, IIBCE), Beatriz
Yannicelli y Juan Pablo Lozoya (del Departamento Interdisciplinario de Sistemas
Costeros y Marinos del CURE) como “líderes de grupos de la tripulación
científica”.
Respecto de la Oceanografía
Biológica, es decir, “expertos en distintos organismos marinos”, también
subirán a bordo Noelia Kandratavicius (de Oceanografía y Ecología Marina de la
Facultad de Ciencias), Juan Carlos Zaffaroni (de la Sociedad Malacológica del
Uruguay), Sebastián Serra (de la colección de Ictiología y Entomología del
Museo Nacional de Historia Natural, MNHN), Lucas Carabajal (estudiante de la
Facultad de Ciencias y voluntario del MNHN) y el experto en tiburones Federico
Mas (de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos).
Analizando el “fondo oceánico,
sedimentos y estructura del margen continental”, participarán Valentina Amaral
(del Departamento Interdisciplinario de Sistemas Costeros y Marinos del CURE) y
Romina Trinchin (del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y Física de los
Océanos de la Facultad de Ciencias). En el “mapeo del fondo marino, especies y
ecosistemas” estarán Pablo Limongi (del CURE), Carolina Peula y Santiago Seijas
(del Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada), y
Patricia Curbelo (de la Udelar).
Dentro del campo de la “ecología
marina”, se embarcarán Gabriela Vélez-Rubio (experta en tortugas y algas
marinas de la Facultad de Ciencias), Bárbara de Feo (de la Udelar), Ana
Martínez (de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos) y Agustín Loureiro
(de la organización Mar Azul Uruguayo). Por su parte, para escudriñar en la
arqueología submarina estará Rodrigo Torres (del Programa de Arqueología
Subacuática del CURE).
Encargándose de temas
relacionados con la “planificación espacial marina” estarán Sebastián Horta y
Mariana Ríos, ambos de la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios
Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente.
3) ¿Qué son el Schmidt Ocean Institute y su barco Falkor (too)?
Todo este gran contingente de
investigadoras e investigadores de nuestro país podrán explorar las
profundidades marinas gracias a la presencia en estos días del buque de
investigación Falkor (too) de la organización sin fines de lucro Schmidt Ocean
Institute, propiedad del multimillonario norteamericano y exejecutivo de Google
Eric Schmidt (según el índice de millonarios de Bloomberg de 2025, se ubica en
el puesto 54 de las personas con más guita en el mundo) y su esposa Wendy
Boyle. Eric Schmidt fue asesor de ciencia para el gobierno de Barack Obama y
pese a que no sabemos qué opina de que los multimillonarios aporten más
impuestos, al menos aquí nos presta sus chiches para que nos deslumbremos con
las maravillas de la profundidad de nuestro océano.
El barco cuenta con ocho
laboratorios y múltiples aparatos para explorar varios aspectos del océano,
entre ellos múltiples sensores y equipos que permiten tomar muestras marinas,
así como varias ecosondas multihaz que permiten captar grandes detalles del
fondo marino, algo relevante ya que, según el equipo de Uruguay Sub200, “los
mapas más completos que tenemos del fondo oceánico son mucho menos completos
que nuestros mapas de la superficie lunar”. Sin embargo, entre todos los chiches
que trae el Falkor hay uno que se roba todos los aplausos: su robot SuBastian.
4) ¿Qué es el robot SuBastian?
El SuBastian es un robot
submarino que se opera remotamente y tiene la capacidad de trabajar hasta a
unos 4.500 metros de profundidad (las misiones en nuestro país no superarán
mucho más de 3.000 metros). A este robot, construido en 2015 para la
exploración científica, se le dice también ROV por la sigla en inglés para
“vehículo operado remotamente”, y su nombre está inspirado en el personaje
Bastian de la novela La historia interminable de Michael Ende.
SuBastian pesa poco más de 3.000
kilos y tiene el tamaño de un auto pequeño y posee brazos con los que puede
recoger muestras. Sin embargo, lo más maravilloso es que porta cámaras de
ultradefinición que permiten ver el fondo marino y, más importante aún, a sus
habitantes, de una forma que deja sin aliento. “Menos del 0,001% de los océanos
ha sido explorado o visto por el ojo humano”, señala el equipo de Uruguay
Sub200. Y cuando hablamos de estas profundidades, podemos agregar que “jamás el
ojo de nadie nacido en este territorio vio en vivo y en directo organismos
vivos haciendo lo que hacen siempre”. La expedición entonces nos permitirá ver
lo que antes teníamos vedado, más aún en un país en el que la inversión en
ciencia es muy poca y las ciencias oceánicas deben contentarse, la gran mayoría
de las veces, con realizar “ciencia desde la costa”.
5) ¿Por qué es importante esta exploración?
Ver para creer. Pero también ver
para conocer, ver para deleitarse, ver para estar atentos y atentas a lo
inesperado. Sin dudas la expedición tomará miles de mediciones y muchas de
ellas, una vez que sean motivo de un abordaje científico, permitirán generar
conocimiento valioso, pero aquí hay algo que está antes que todo eso: así como
en 1969 seguir la transmisión de la llegada de los seres humanos a la Luna era
un acontecimiento sobrecogedor, aquí también hay una aventura de exploración
que nos llama a ser testigos de algo que se está descubriendo en tiempo real.
Foto: Schmidt Ocean Institute
6) ¿Cómo y dónde ver en vivo la exploración submarina?
Todas y todos podemos acompañar a
nuestro equipo de exploración en vivo y en directo. Cada vez que SuBastian se
sumerja (en lo que se llaman “lances”), lo que vean sus cámaras será
transmitido en vivo y en ultradefinición por el canal de Youtube del Schmidt
Ocean Institute. ¡Wow, cuánto tiempo ha pasado desde que Jacques Cousteau
maravilló al mundo al estrenar el documental El mundo silencioso en 1956 para
el que empleó tecnologías que él mismo había desarrollado! Hoy no hay que
esperar a que SuBastian filme y luego alguien edite la película. ¡Desde
nuestras casas, o incluso en cualquier parte con un simple celular, podemos
asomarnos a lo desconocido del fondo marino en vivo y en directo!
En Argentina, de donde llegó el
Falkor y su robotito, los streamings de los lances fueron un fenómeno de masas,
con picos de audiencia increíbles. Según la página del Centro Científico
Tecnológico Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(Conicet) de la vecina orilla, “las imágenes captadas desde profundidades de
hasta 3.900 metros fueron seguidas por casi cuatro millones de personas” y
batieron el récord de todas las transmisiones que el barco había hecho
anteriormente. “Mientras que la mayoría de las inmersiones de otras campañas
tienen una media de alrededor de 4.000 visualizaciones, esta expedición tuvo
una media de 500.000 visualizaciones por inmersión, con un total de casi 18
millones de visualizaciones en tres semanas”, afirman.
Claro que si bien la diversidad
marina de Argentina y Uruguay puede ser compartida, la diversidad política
tiene sus diferencias. En nuestro país hermano el presidente Javier Milei viene
llevando una atroz campaña de persecución, recorte y zancadillas al sistema
científico. El Conicet ha sido centro de sus ataques furibundos, y de hecho
había prometido cerrarlo durante la campaña que lo llevó a la presidencia. Así
las cosas, en Argentina ver las transmisiones desde el fondo del mar era,
también, un gesto político, una forma de apoyar a la ciencia y ponerle freno a
la motosierra libertaria. Algo similar pasó durante la pandemia: mantener el
confinamiento era apoyar al gobierno kirchnerista, desafiarlo implicaba
manifestarse contra el peronismo. En esta orilla esa polarización no está, así
que cabe esperar que quienes sigan la transmisión lo hagan por simple, sana y
contagiosa curiosidad. ¿Batiremos récords de audiencia? Con tres millones y
monedas de habitantes, todo parece indicar que no. Pero por suerte esto no es
televisión abierta, así que... ¡al diablo con el rating!
7) ¿Qué otros canales seguirán el día a día de la misión?
Además del streaming en vivo en
Youtube del propio barco, de lunes a viernes, a las 21.00, habrá un programa
que se transmitirá por el canal de Youtube del Ministerio de Educación y
Cultura (MEC) con un “resumen audiovisual de 40-45 min, y un panel de
comentaristas integrado por científicos y comunicadores”. Más información sobre
esto será dada a la brevedad por el MEC.
Por otro lado el periodista
Gustavo Villa, del programa Sobreciencia de Tevé Ciudad, estará a bordo del
barco a partir del 5 de setiembre, por lo que habrá un programa desde allí
además de contactos a lo largo de la transmisión del canal capitalino.
8) ¿Dónde quedarán depositados los ejemplares de organismos que se
recolecten?
Todos los organismos que sean
recolectados por la expedición serán depositados en la colección del Museo
Nacional de Historia Natural, por lo que la biodiversidad biológica que se
colecte, a diferencia de lo que sucedía generalmente con buques de
investigación extranjeros en el pasado, quedará en nuestro país.
9) ¿Cuánta ciencia habrá que hacer una vez terminada la exploración?
Como reportábamos en una nota
previa sobre nuestras estrellas marinas, el trabajo de la identificación
taxonómica y el mantenimiento de las colecciones biológicas es frecuentemente
olvidado por el débil apoyo al sistema científico de nuestro país. Esa es la
razón para que el trabajo en que se reporta toda la información sobre las
estrellas marinas, con 42 especies registradas en Uruguay, pertenecientes a 35
géneros y 17 familias, se publique recién en 2025. “En el MNHN necesitamos con
urgencia gente contratada con formación para asistir en la curación, el
inventariado y el registro de todo el material. Estamos al borde de las
capacidades humanas de mantener esas colecciones científicas magníficas”,
advertía en esa nota Fabrizio Scarabino.
Si el personal apenas da abasto
para conservar, estudiar y catalogar los materiales que ya están presentes en
la colección, imaginen qué puede pasar si esta campaña del Uruguay Sub200
aporta cientos o miles de muestras más. ¿Cuánto tiempo llevará preparar esos
materiales contando con escasos recursos humanos? ¿Cuánto llevará su estudio,
clasificación taxonómica y reporte en publicaciones científicas en caso de
tratarse de especies nuevas para la ciencia o nunca antes reportadas para el
país? Ojalá el pasaje del Falkor (too) ayude a visibilizar la urgencia que hay
hoy en el país en invertir en las colecciones biológicas de distintas
instituciones y en hacer patente que el Museo Nacional de Historia Natural es
también parte del sistema de investigación científica del país. ¿Podemos soñar
acaso con una línea de financiación de la Agencia Nacional de Investigación e
Innovación para mantenimiento de colecciones biológicas y trabajo de
investigación taxonómica, tanto la clásica como con la actual tecnología del barcoding?
¿Podemos decir que apostamos por nuestra biodiversidad sin realizar ese
esfuerzo?
10) Relajate y disfrutá
Mirar las transmisiones en vivo
desde el fondo del mar es una experiencia recomendable. Como un ejercicio de
meditación, a los pocos minutos uno siente que entra en una frecuencia más
relajada y menos estresada. En una época de consumo vertiginoso de pantallas
con videos que duran pocos segundos, nos descubriremos felices contemplando
unos animalejos que en el fondo del mar se mueven a escasos centímetros por
hora. No hace falta saber de ciencia, de invertebrados marinos, de algas, peces
o formaciones geológicas. Es un viaje para todo público a la Star Trek: vamos
en vivo y en directo, y a un ritmo que trae calma y feliz sosiego, hacia donde
nunca nadie había mirado antes. FUENTE: LA DIARIA
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