lunes, 20 de diciembre de 2021

20 DE DICIEMBRE


NOS SEGUIMOS LEYENDO SIN DUDA EN EL PRÓXIMO AÑO Y EN ESTOS DÍAS VOY SUBIENDO INFORMACIÓN DE HERMOSOS LUGARES PARA RECORRER Y DESCANSAR EN NUESTRO URUGUAY.

SEGUIREMOS APORTANDO MATERIALES PARA ESTUDIANTES Y DOCENTES COMO SIEMPRE.SALUD!!!!


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REFLEXIONES FINALIZANDO UN AÑO...

No cabe duda que el mayor desafío de este siglo XXI ha sido enfrentar a escala mundial una crisis sanitaria provocada por la Pandemia del Covid 19, me atrevo a decir que significó para toda la Humanidad un desequilibrio importante en todos  los pilares que sustentan la sociedad.

Nos exigió rápidas respuestas, en un mundo donde la rapidez ya era un claro signo en nuestras vidas, donde la incertidumbre aparecía como moneda corriente y  como vocablo constante en diferentes discursos y en distintos planos.

Con diferentes capacidades de respuesta frente a esta situación los distintos países afrontaron un gran desafío que caló hondo además en el plano emocional de todos y cada uno de nosotros

Pensar en la educación y en todos sus actores durante el proceso vivido nos genera muchas sensaciones y nos enfrenta a múltiples desafíos en el durante y en el después en relación a la escuela a la  que queremos volver.

Desde la vida cotidiana la Pandemia cambió nuestros ritmos de vida, trabajo, relacionamiento; nos llevó a posicionarnos  en un lugar donde antes no habíamos estado y tuvimos que generar nuevas situaciones, “reinventarnos” como muchos han mencionado y no fue fácil.

Un aspecto que se ha reafirmado es que la Escuela no es el único lugar de aprendizaje, nuevos espacios surgen y se convierte en una necesidad más que nunca fortalecer los relacionamientos entre los distintos actores educativos: estudiante- docente-familia. La Escuela de futuro deberá necesariamente abordar el desarrollo socioemocional entre dichos actores. Se necesitan escuelas que promuevan la labor interdisciplinar y colaborativa, la generación de espacios para intercambiar, reflexionar y compartir, Escuelas que sostengan la humanización del vínculo pedagógico.

Coincido con las autoras Inés Dussel, Patricia Ferrante y Darío Pulfer cuando afirman en el plano educativo:

“Pensar el futuro de las escuelas para cuando salgamos de esta situación traumática supone renovar la imaginación, recrear energías del pensamiento colectivo y desarrollar nuevas pedagogías centradas en perspectivas de igualdad que estén atentas a los nuevos contextos y que no pierdan de vista los sentidos básicos de la educación.” (Le Monde diplomatique, edición Cono Sur Octubre 2021)

De acuerdo con informes de UNESCO  826 millones de estudiantes a nivel mundial no han tenido acceso a una computadora y un 43 % no han tenido acceso a Internet. En nuestro país donde hacía tiempo se venía trabajando en formatos combinados con plataformas educativas y presencialidad, un 77% de los estudiantes lograron conectarse y 23 % restante por distintas circunstancias no lo lograron.

Sin duda estos datos a distintas escalas global y local  reflejan  las diferencias que la Pandemia dejó visualizar.

Uno de los desafíos de la Escuela post Pandemia deberá ser hoy más que nunca abogar por una Educación de calidad con equidad e inclusión.

Se necesitará una escuela que trabaje salvaguardando los aprendizajes logrados y recatando las experiencias docentes desarrolladas en ese contexto, para ello se torna necesario una mentalidad nueva y un cambio paradigmático.

No cabe duda que nos exigirá una Escuela más creativa, solidaria, empática, sistemas educativos flexibles y resilientes, como muy bien señala Santos Guerra

“Los docentes han trabajado con esfuerzo, creatividad y coraje desde sus domicilios, en una experiencia jamás imaginada: desplegar un proyecto educativo desde una institución virtual que se expande por el espacio y por el tiempo y adaptar nuevas metodologías y formas de evaluación. Están siendo héroes anónimos. Es hora de valorar la importancia de la educación y de la investigación. El impacto de la brecha digital va a agrandar las diferencias durante la crisis y se van a hacer más graves e injustas las diferencias. Habrá que ayudar a los más vulnerables a recuperar el espacio perdido.”

No han sido desafíos menores, lo asincrónico, las pantallas, metodologías en función de esta nueva realidad, evaluar de forma  diferente, la accesibilidad de todos/as a los nuevos formatos, lo que  llevó a los docentes  a ser más creativos con coraje y decisión, tratando de que cada estudiante no quedara en el camino.

¿Se sale fortalecido en una escuela de futuro? ¿Qué ha sucedido con lo social?

Creo que estas y otras preguntas pueden ser objeto de hipótesis para continuar investigando y posicionándonos en una escuela de futuro.

Ya hay temas en el debate sobre una nueva normalidad instaurada luego de la Pandemia llegamos a una educación, ¿“híbrida” presencial, virtual, sincrónica asincrónica? A qué escuela volvemos?

Sabemos bien que la Tecnología no es la plena solución del futuro, si bien está entre nosotros hace mucho tiempo y permeado nuestra vida en múltiples aspectos, en Educación si no pensamos además en cambios metodológicos y pedagógicos que acompañen, seguiremos  transitando el mismo camino.

En plena Pandemia la Tecnología abrió posibilidades impensadas donde la Educación estaba permeada por ella en todos los niveles, no todos tuvieron el acceso como hubiéramos deseado pero planteó un desafío impensado a la Escuela y a sus docentes.

 “Creemos que la transformación digital no es solamente la integración de las nuevas tecnologías, sino un cambio de procesos de gestión en las instituciones” Matías Scovotti, CEO de Educabot

Son muchas las cuestiones que quedan abiertas por las nuevas escenas educativas: las dificultades de la atención, el trabajo con las emociones, la relevancia de los encuentros, las demandas en los vínculos entre pares y con los adultos, la revalorización de las oportunidades que brinda el espacio urbano y escolar a las experiencias de los alumnos, entre otras. Esta experiencia seguramente dará mucho que pensar en los años siguientes, en que sabremos más sobre sus efectos de mediano y largo plazo. 

Como muy bien aporta Alonso Luciana

“La clave es trabajar colectivamente, escuchar las voces de los alumnos, pensar en lo que están necesitando Estamos convencidos que hay un cambio en materia de educación que se vienen dando desde hace tiempo, con un fuerte protagonismo de la escuela, con gran participación de estudiantes y padres. En un contexto social particular como el que estamos viviendo, es importante que estemos juntos repensando la escuela de cara al futuro, es el momento de reinventar la escuela entre todos”  G.C

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